Está bien, admito que hace falta algo de imaginación, pero en esencia un calçot es así, ¿no?
Galletas calçots para todos |
Es un detallito para rematar la comilona. De hecho, es un gran honor para mi haber pasado a formar parte de una familia de cultivadores/preparadores de calçots y calçotades. Y año tras año asisto al evento anonadada por el nivel gastronómico de los calçots, las alcachofas y la carne.
El festín: Calçots, alcachofas y carne |
Pero en mi particular visión del evento, los verdaderos protagonistas de la fiesta, son la salsa romesco y las orelletes, ambas dos preparadas con todo el cariño del mundo siguiendo una receta de varias generaciones.
Salsa romesco. Me la tomo a cucharadas |
Orelletes. Dulce típico de la tierra de calçots |
Galletas-Calçot para el café |
Y como no podía ser de otro modo, Leo no se ha perdido detalle de nada...
Leo & Calçots |
No lo voy a negar... las galletas tienen su tela. No por difíciles, si no por laboriosas. Así que si os animáis a hacerlas, aseguraros que tenéis un par de horitas por delante (y ningún pipiolo curioso merodeando por ahí)
- Galleta normal de mantequilla con limón (aquí esta la receta)
- Calçots hechos con pasta fondant blanca y verde (comprada)
- Cola comestible para pegar los dulces calçots
- Rotulador de tinta comestible para dibujar las caras
Et voilà: